El embarazo es un estado fisiológico en el que la mujer
puede estar biológica mente
sensible, y bien es sabido que el estado de salud de la
madre puede afectar al feto. Así
lo reconocen los organismos reguladores y las
administraciones de todos los niveles
que, desde hace años, dictan normas orientadas a la
protección de la maternidad.
El grado de conocimiento científico actual no permite
afirmar o desmentir la
peligrosidad de las sustancias presentes en el ambiente de
trabajo para la función
reproductora masculina y femenina. En el caso de sustancias
reconocidas como
tóxicas o causantes de problemas reproductivos, tampoco
están claros los niveles que
resultan claramente peligrosos o si, al contrario, su
exposición en condiciones
controladas podría considerarse tolerable.
Estamos, pues, ante un tema complejo. Determinar las
actividades y las sustancias del
ambiente de trabajo que pueden afectar a la salud de la madre
durante la gestación o
del futuro bebé es complicado. Ante esta dificultad y más
allá de la actividad laboral,
durante el embarazo es aconsejable poner un énfasis especial
en los hábitos diarios y
lograr un estilo de vida saludable. Está amplia mente reconocido
que comer variado,
hacer ejercicio con moderación, no fumar y no beber alcohol
repercuten positiva mente
en la salud de la madre y, por extensión, en el buen
desarrollo del feto.
Si nos centramos en el entorno laboral, a la hora de repasar
las referencias
bibliográficas para elaborar esta guía hemos observado que
los factores de carga de
trabajo y, concreta mente, los aspectos referidos a la carga
física, son los que han sido
más estudiados y de los que se dispone de una información
más precisa y fiable.
Otras particularidades como las que se encuentran en los
laboratorios de investigación
del Parque Científico de Barcelona, en los que hay
exposición a agentes químicos,
físicos y biológicos, radiactividad o animales de
experimentación, están poco descritos
en la bibliografía.
Observando el mundo laboral actual, la proporción de mujeres
que trabajan aumenta
constantemente y, por lo tanto, también crece el número de
mujeres que durante el
embarazo siguen trabajando. Esta realidad hará que poco a
poco se amplíe el
conocimiento de los factores que pueden influir en la salud
de la mujer embarazada,
del feto durante el desarrollo y del bebé a lo largo del
periodo de lactancia.